Quizás os parezca curioso el título, pero es que es así como empieza y como acaba la obra más importante de la literatura en español: Don Quijote de la Mancha.
En realidad empieza con el prólogo donde el autor cuenta cómo se encontró (supuestamente) con el manuscrito de la obra en un mercadillo; y termina con unas notas aclaratorias sobre un hecho de la historia relacionado con Sancho Panza y su rucio (burro). Por lo menos en la versión que yo tengo.
¿Y todo esto a cuento de qué viene? Pues verás, resulta que… ¡Por fin he conseguido leerme El Quijote!
Con este artículo pretendo dar mi opinión sobre esta obra cumbre de la literatura castellana y contarte un poco mi experiencia con la historia del manchego más famoso de todos los tiempos (sí, más famoso incluso que Andrés Iniesta o Pedro Almodovar).
Los primeros años
Mi primer contacto con El Quijote, o por lo menos lo que recuerdo que llegó primero, fue la serie de dibujos animados que echaban en TVE con aquella canción tan pegadiza en la intro: Sanchoooo, Quijote. Quijoteeee Sancho.
Años más tarde y de nuevo en TVE, recuerdo haber visto en casa algún que otro capítulo de la serie protagonizada por los actores españoles, Fernando Rey y Alfredo Landa. Nunca llegué a terminar de verla y además, creo que con mis escasos diez años de entonces, poco iba a entender.
Si estás interesado en ver esta serie, puedes hacerlo a través de la sección de A la Carta de TVE. Aquí tienes el enlace a la primer capítulo.
De una forma distinta
En el instituto, como estudié ciencias, no tuve la ocasión (ni la obligación) de leerlo. Bastante tenía ya con los logaritmos neperianos, los límites y los campos magnéticos. Pero me acerqué a la obra de cervantes de otra forma, una forma que me atraía mucho más a mis dieciséis años: la música.

Con La Leyenda de la Mancha de Mägo de Oz descubrí dos cosas: que el Quijote podía ser guay, y que el Heavy con vientos y violín ganaba mucho. Es verdad que hasta que no me he leído la novela no he entendido bien algunas de las canciones y que el disco sólo cubre algunos pasajes de la primera parte (y algo del final de la segunda), dejándose por el camino muchas historias importantes. Pero aun así, considero que sirvió en su momento (y lo sigue haciendo) para acercar la historia a un público más amplio.
Los primeros intentos de lectura
Años más tarde, cuando por fin me picó el gusanillo de la lectura llegó a mis manos el primer ejemplar que intenté leer de verdad. Era una promoción de Caja Castilla la Mancha por el 400 Aniversario de la primera parte, y costaba solamente 1 Euro.

He de confesar que aunque lo intenté varias veces, nunca fui capaz de pasar de las primeras cien páginas. Y aun habiendo leído esas páginas no me enteré de la mitad de cosas. Había demasiado vocabulario que desconocía (y sigo desconociendo) y por eso la historia no terminó de engancharme. Lo dejé aparcado esperando que al cabo de los años, con más bagaje como lector, pudiera por fín hincarle el diente hasta el final.
Y por fin lo conseguí leer El Quijote
Con la llegada del libro electrónico, volví a intentarlo, pero de nuevo fracasé. Sin embargo, hace dos años descubrí una nueva versión adaptada fielmente, según el autor, al castellano actual. Fue entonces cuando ví la oportunidad que llevaba tanto tiempo esperando y confío en que no me hayan cambiado mucho la historia original.

¿Qué puedo contar de la obra?
¿Y qué puedo decir de la obra en sí? Pues que es muy divertida, esa es la verdad. Tal vez por momentos se me hizo algo pesada, pero eso tenía más que ver con mi estado de ánimo en ese momento que por las historias en sí. Me lo he leído en su mayoría en los viajes al/desde el trabajo y a las siete de la mañana a veces me costaba.
Es una obra para leerla con ganas, para disfrutarla y reírte a gusto de todas las ocurrencias de ambos personajes. Por que si una cosa me ha quedado claro es que aunque la novela lleve el título de Don Quijote, la presencia de Sancho Panza es muy necesaria y es la mitad de todo. Son las dos caras de la misma moneda. Un tándem especial.
La primera parte
La novela se editó en dos partes, con unos cuantos años de diferencia entre la salida de ambas obras. La primera lleva el título de El ingenioso hidalgo don Quijote de la Mancha, y en la segunda ya cambia a El ingenioso caballero Don Quijote de la Mancha.
En la primera se encuentran quizás lo más conocido de la obra, como la escena con los Molinos de viento, el bálsamo de Fierabrás o el altercado con Maritornes. Y aunque el autor mete algunos relatos dentro de la historia principal que pueden llegar a ser un poco aburridos (sí, Cardenio, hablo de tí), la gran cantidad de personajes que aparecen y las anécdotas que le suceden a los protagonistas son dignas de leer. Me reí mucho con algunas mientras viajaba en el tren, tengo testigos que lo pueden asegurar, y que me miraban raro.
La segunda parte
La segunda parte me pareció mucho más entretenida. Aunque no la leí al terminar la primera, dejé dos libros de separación y algo de tiempo. Para empezar, Cervantes juega con la idea de que la primera parte de las aventuras de Don Quijote fue publicada en un libro (e incluso se publicó una supuesta segunda parte falsa de la que el autor se queja) y este hecho hace que muchos de los personajes con los que se cruzan Don Quijote y Sancho les conozcan de antemano, sepan de qué pie cojean e intenten reírse de ellos.
Aquí se hace presente el dicho de «¿Quién es más loco, el loco o el loco que sigue al loco?«.
Esta segunda parte la veo más como un viaje y no sólo porque consigan salir de La Mancha, si no porque me da la sensación que ambos personajes sufren una transformación en su manera de ser y en su forma de ver las cosas que los acerca mucho más el uno al otro. Si en la primera parte son como la noche y el día, en esta segunda acaban siendo uña y carne.
Conclusión
Y bueno, estas son mis impresiones con las que he intentado no destripar nada de la trama. Recomiendo a todo el mundo su lectura. Es un libro divertido, que se debe disfrutar en una primera lectura. Estoy convencido de que es una obra que tiene muchas capas y que con una segunda lectura reposada se pueden sacar muchos matices. Tengo claro que toda la obra es una manera de reflejar la sociedad de la época, una crítica a muchas cosas: a las distintas escalas sociales, a la manera de ser de la gente, a la pobreza, a los nobles, al aparentar, a la envidia… a los libros de caballería.
Se debe leer teniendo en cuenta que se escribió hace cuatrocientos años. Además creó una manera de contar historias de las que todas las obras posteriores han tomado algo. ¿Una obra maestra? Sin duda alguna. Pero se debe leer con ganas y con la intención de divertirse, así se disfruta mucho más.
Esta vez no os voy a pedir que compartáis el artículo con nadie. Estoy seguro que no interesa mi opinión respecto al Quijote. Hay personas por ahí que habrán hecho análisis mucho mejores y más entretenidos que este. Tan sólo quería compartir y dejar escrito lo que considero (para mí) un paso importante dentro de la literatura. Si he conseguido que os pique el gusanillo de leerla, será más que suficiente. Podéis encontrar la obra original, gratuitamente en muchos lugares de la red (pues está libre de derechos de autor) por si queréis darle una oportunidad, por ejemplo aquí.
“Y así, del poco dormir y del mucho leer, se le secó el celebro.”
Hola, Alejandro. Enhorabuena por haber leído este clásico. No todo el mundo se atreve con él.
Es cierto lo que dices. El Quijote está lleno de matices difíciles de entender y por supuesto hay que leerlo teniendo en cuenta el contexto y la época en que se escribió. Sin embargo, la grandeza de esta obra es precisamente lo moderna que es a pesar de que se escribió hace 400 años. Los entendidos la califican (a la segunda parte sobre todo) como la primera novela postmoderna de la historia precisamente por detalles como el que comentas de las referencias a esa segunda parte falsa (ese Quijote falso se publicó de verdad, es el llamado Quijote de Avellaneda). Y realmente solo un genio puede escribir la primera novela postmoderna de la historia varios siglos antes de que a alguien se le ocurriera inventar ese concepto.
Yo la leí hace tiempo y me gustaría volver a leerla en algún momento.
Un saludo y enhorabuena por la entrada,
Mayte
Hola, Mayte. Muchas gracias por pasarte por aquí y por comentar. Es verdad que la novela es muy actual para el tiempo que lleva escrita, por eso digo lo de ponerse en contexto y pensar la cantidad de años que hace que se escribió, para entender lo que fue en aquella época. Y lo de la segunda parte falsa había oído algo pero no tenía claro que fuera verdad. Aunque la primera es la más conocida, la segunda me gustó más, tanto por contenido como por la manera en la que está hecha.
Un saludo 🙂
Ya me pica el gusanillo y las ganas de leerlo,también lo he intentado varias veces .
Con tú comentario me has transmitido las ganas de volver a retomarlo.
Excelente artículo
Gracias por tus palabras, Juan.