Hoy te hablaré del Nanowrimo y aunque sé que hace tiempo que no me pasaba por aquí, era por una buena razón. Y es que últimamente he estado muy ocupado escribiendo, aunque creo que ya puedo decirlo alto y fuerte:
¡He terminado el borrador de mi primera novela!
Pero hoy no vengo a hablarte de eso, prefiero dejarlo para más adelante. Hoy me gustaría contarte que ya estamos en otoño, y esta época es la idónea para ponerse a escribir. Esta estación tiene un nombre propio y no es otro que NanoWrimo.
Si estás un poco despistado y no sabes de qué estoy hablando te haré un pequeño resumen. El NanoWrimo consiste en escribir una novela en un mes, concretamente en el mes de Noviembre. Ya hablé de ello en este post ante mi primera participación en el reto. Pero si quieres saber con más detalle qué es, échale un vistazo a este artículo de Jennifer Moraz.
Hoy me gustaría contarte mi experiencia e impresiones sobre este reto. Y por si te animas a participar intentaré darte un par de consejos, o por lo menos las cosas que hoy día haría de otro modo.
Mi experiencia con el NanoWrimo
Conseguí terminar el reto. Si no recuerdo mal, al finalizar el 30 de Noviembre llevaba escritas poco más de 50.000 palabras (50.419 concretamente, lo acabo de comprobar). Lo conseguí y estoy contento. ¿Satisfecho? No tanto. Pero tiene más que ver con mis expectativas y la planificación previa que había hecho que otra cosa. No terminé la novela que pretendía escribir, llegué a poco más de la mitad y ahora tengo que decidir qué hacer con ella. Aproveché el mes de Octubre para documentarme y en un viaje que hice a la isla de Lanzarote, en Canarias (donde iba a ubicar la historia) busqué las localizaciones idóneas para la trama que tenía en la cabeza.
Primer fallo
Querer escribir una historia en la que además del hecho de escribir (1.700 palabras de media al día) tenía que documentarme.
Iba a gastar el tiempo en ubicarla en un lugar desconocido del que me tenía que documentar cada dos por tres. Eso está bien, pero no para una novela que pretendes escribir en un mes. Para llegar a la cifra de palabras que te permita conseguir el reto, debes escribir una media de 1.667 palabras al día. Unos días te saldrán con mucha facilidad, pero otros serán un infierno. Mi idea fue dividir la novela en capítulos de unas 1.700 palabras cada uno.
Segundo fallo
Si no terminaba un capitulo no me veía capaz de escribir el siguiente y me impedía seguir adelante con el reto.
Tengo una manía (de tantas) que es escribir limpio, con el formato adecuado, corrigiendo las faltas de ortografía y eso no encaja con el espíritu del NanoWrimo, donde la cantidad premia a la calidad. Cuando lo entendí, empecé a escribir también con el móvil, en cualquier momento y en cualquier lugar. Sin corregir las faltas, ni darle formato a los párrafos o diálogos. Y así avancé mucho. De hecho, pasé las 50.000 palabras tres días antes de la fecha límite. Sabía lo que quería contar, tenía los personajes claros y la relación entre personajes. Me había hecho una escaleta con lo que iba a pasar en cada capítulo, pero no tenía la historia cerrada.
Tercer fallo
No sabía bien cómo iba a terminar, tenía claro qué pasaría, pero no como iba a llegar hasta ahí.
Y eso es porque la historia que quería contar era demasiado larga, demasiado compleja y mi experiencia no era (es) mucha. Debería haber elegido una historia más sencilla y tener claro qué iba a pasar en cada capítulo, desde el primero hasta el último. La historia que empecé me sigue gustando y creo que puede quedar algo decente. Ahora que he terminado de escribir mi primera novela (me falta lo duro, el proceso de corrección), creo que es buen momento para retomar esta historia que empezó en el NanoWrimo.
Mis humildes consejos
Estos son algunos de mis consejos personales. Pero si quieres saber qué opinan personas con mucha más experiencia que yo, échale un vistazo a los 5 consejos que da Gabriella Campbell o a cómo sobrevivir al Nanowrimo según Jaume Vicent del blog Excentrya.
- Parte de una historia sencilla: un relato o una escena concreta. Ya tendrás tiempo de expandirla si lo necesitas.
- Ten claro el principio y el final, y si vas a dividirlo por capítulos, create una escaleta antes de ponerte a escribir. La planificación no está prohibida y te ayudará mucho. En caso de bloqueo en alguna escena podrás pasar a la siguiente sin perder el hilo.
- Deja la documentación para más adelante o para otra historia. Sitúa la historia en lugares ficticios o que ya conozcas. Y lo mismo con los distintos temas a tratar. Si no sabes de coches, no metas muchos en tu historia.
- Olvida el formato, olvida el corregir las faltas. Céntrate en la cantidad y escribe desde y donde quieras/puedas.
- Disfruta, porque de eso se trata. Escribe algo sobre lo que tengas muchas ganas de escribir. Esa historia que te quema en los dedos. Así seguro que todo fluirá mejor.
Conclusiones
Si te atreves a participar en este reto, que sepas que es muy emocionante y merece mucho la pena, pero también que te absorbe por completo y necesitas mantener la ilusión, aunque a veces sea difícil. Yo repetiría, pero no a corto-medio plazo. Y bueno, nadie te controla, solo tú. Podrías hacer trampas y escribir palabras sin sentido para llegar al objetivo pero ese no es el espíritu del NanoWrimo y a la única persona a la que estarías engañando sería a tí misma.
Si algún día termino esta historia, serás el primero en saberlo porque lo anunciaré aquí en el blog. Ahora sal ahí fuera a disfrutar del otoño antes de que venga el frío a colarse en nuestras vidas. Ah, y si quieres compartir este artículo, te estaré eternamente agradecido.
Foto de Michal Janek en Unsplash
Me gusta!!! Anímate y haber si la podemos leer pronto